Desde Azul al Bernabéu. Desde la pensión de River al vestuario más prestigioso de Europa. Franco Mastantuono, con apenas 17 años y un debut en la Selección Argentina, eligió hablar por primera vez tras su histórico pase al Real Madrid. Lo hizo exclusivamente con TyC Sports —único medio al que abrió las puertas para contar cómo vive este momento.
Franco Mastantuono eligió el silencio mientras su nombre giraba en todos los portales. No habló, pero fue el protagonista indiscutido de una novela que terminó con un salto histórico: de River al Real Madrid. En esta entrevista exclusiva, el joven que ya debutó en la Selección rompe el silencio con claridad y madurez, sin perder su esencia. TyC Sports fue el único medio que consiguió la palabra del protagonista más buscado del fútbol argentino.
—¿Cómo estás, Franco? Gracias por recibirnos justo en un momento que imaginamos como raro, intenso… único.
—Es un momento de mi vida, de mi carrera, muy especial. Creo que este año han pasado muchas cosas que me marcaron como jugador y como persona. Y bueno, llegar al Real Madrid creo que es un sueño. Siempre he dicho que mi sueño era jugar en Europa, pero obviamente siempre soñé con lo más grande, que era el Real Madrid. Que se haya dado creo que es algo increíble.
—Cuando el Madrid apareció, ¿cómo fue ese primer contacto? ¿Cómo lo viviste vos desde adentro?
—Bueno, lo del Real Madrid... yo había tenido primero una
charla con ellos hace, creo, un año, un año y medio. No había llegado a más.
Había sido una charla muy buena, pero no pasó nada. Luego renové con River.
Estuve todo el año pasado jugando. Este año, la verdad, si vos me decías a
principio de año, mi intención era jugar en River, no tenía otra cosa en la
cabeza. Y bueno, a mitad de año aparece el Real Madrid, que obviamente me
cambió las ideas, me hizo pensar y me demostró el afecto que me tenían y las
ganas de que esté allá. Para mí era un sueño, lo veía como un reto muy personal
y muy lindo. Ahí fue donde tomé la decisión. Fue a mitad de año, se resolvió en
pocos días, pero fue algo muy lindo.
—¿Caés del todo? Porque no todos los días un argentino se pone la camiseta blanca, y pasaron muchos años desde el último.
—Sí, sí. Bueno, creo que fue el Fideo (Di María) el último
que estuvo. Eso es muy especial. También el Pipa Higuaín, que salió de River.
Entonces creo que es algo muy especial poder ir a un club así. Para mí, River
es el club más grande de América, y ahora me voy al club más grande de Europa,
y seguramente del mundo, que es el Real Madrid. Es un sueño. Cualquier jugador
que sea hincha de River creo que esto es ideal, porque estás pegando un salto a
Europa donde vas a un club que es enorme, que gana todo, que es el más ganador.
Para mí, como jugador, es un reto personal muy grande.
—Se dijo que Xabi Alonso te llamó personalmente. ¿Fue así?
—Sí, sí, con Xabi hablé. La verdad que él se portó muy bien conmigo. La charla que tuve con él me motivó mucho también a tomar la decisión.
—Debe ser fuerte, ¿no? Que un referente así te busque, te quiera, te diga que te quiere allá…
—Obvio, obvio. Él me llamó y siempre, desde la sinceridad, me habló. Para mí fue muy importante. Como he dicho, irse de River no es fácil. Eso lo sabemos todos. Pero se me hizo un poquito más fácil en el sentido de que él me haya llamado de la forma en que lo hizo, y por eso también tomé la decisión.
—Y encima no era el único club. Sonó el PSG también. Con 17 años… ¿Cómo manejaste la presión y el amor por River?
—No, no fue jodida, porque yo, como me manejo en la vida, siempre trato de estar en el lugar donde físicamente estoy. Entonces, al estar en River y competir por cosas muy importantes, como la Libertadores, el campeonato —que bueno, no nos fue bien en los cuartos de final—, yo siempre estuve ahí. Obviamente que cuando llegan estas cosas uno abre la cabeza y se pone a pensar en otras cosas, pero siempre que jugué para River tuve la cabeza ahí. Nunca estuve ansioso, nunca estuve apurado para tomar una decisión. Siempre traté de hacer lo que estaba haciendo, de jugar en River, que por eso se había hablado de mí. Entonces, de mi parte, era faltarle el respeto al club que me había dado todo si no lo hacía así. Trataba de que en cada partido con River dar lo mejor, que a River le vaya bien, que eso era lo más importante. Y bueno, después, cuando llegó la hora de sentarse en una mesa a hablar de cómo seguía mi vida, ahí sí puse la cabeza en eso.
—La carta de despedida… ¿cuánto tiempo te tomó escribirla? ¿Fue difícil encontrar las palabras justas?
—La carta la hice cuando volvíamos del Mundial de Clubes. No quería hablar después de ese momento porque sabía que...
—¿La escribiste en el avión?
—Sí, en el avión, en mi casa. Hablé con... bueno, mi vieja me ayudó mucho también, porque ella lo vivió todo muy personal. Escribí, borré, decía: "¿esto lo digo o no lo digo?", “¿cómo hago para que suene de verdad como lo siento?” Porque era algo que me pasaba, que me pasa. Yo por redes no suelo mostrarme, entonces creo que este era un momento para poder decir unas palabras que sentía, que tenía adentro, que me gustaba que la gente escuche. Porque estaba tomando una decisión de vida que no era fácil, y la quería comunicar. Creo que fue todo de corazón y lo que me salió en el momento.
—Si tuvieras que explicar qué es River en tu vida... ¿por dónde empezarías?
—Ya lo he dicho. Primero, soy un hincha como todos. Desde muy chico mi familia me inculcó eso de River. Siempre fui hincha, siempre lo seguí, siempre iba a la cancha. Me iba desde Azul a Buenos Aires para poder ir al Monumental. Para mí siempre fue un sueño. Después, cuando llego a las Inferiores del club, me cambió por completo la vida. Ya vivía en una pensión, fuera de mi casa, me fui de muy chico. Todo eso me marcó, no solo como hincha, sino como persona, porque realmente me formé ahí. A la gente de la pensión, que les agradezco siempre, a Tito, que fue uno de los que más me marcó, y a todos los chicos que trabajan ahí. Cuando me fui de la pensión fue muy difícil también, porque seguía mi vida y en eso estaba River. Después, cuando me llama (Martín) Demichelis para hacer la pretemporada con Primera, me cambió la vida. Si tengo algo para describir de River es que es mi vida. Ahí me formé como persona, como jugador. Si hay algo que tengo que hacer es agradecerle.
—Un solo momento en River, el que más te marcó: ¿cuál elegís?
—Sí... creo que el debut o el gol a Boca.
—Ese gol va a estar en los compilados para siempre.
—Sí, la verdad que es muy especial. Dije después de la nota de ese partido que había sido el partido que más había esperado. Había jugado dos clásicos antes, pero una cosa es empezarlo como estaba jugando yo, como titular. Era un partido muy especial para mí. Se había hablado mucho de ese partido, de que era una prueba para mí. Era el partido capaz más importante que jugué con River. Y creo que fue un momento especial, donde sobre todo lo disfruté.
—¿Y algo que sentís que te quedó pendiente?
—Pendiente sí, muchas cosas. Me hubiese gustado ganar muchos más títulos. Es un sueño que tengo todavía presente. Ganar títulos con River no se negocia. Me tocó estar en la Supercopa contra Estudiantes, que no jugué, pero imaginate que llevaba 20 días en River y lo que festejé ese título… Me quedan muchas cosas pendientes, sobre todo eso de ganar títulos, porque eso en River se disfruta mucho.
—Ya pensando en lo que viene: ¿estuviste viendo algo del Madrid? ¿Te vas metiendo de a poco?
—Sí, sí, obvio. Lo estuve viendo. La verdad que allá también, cuando estábamos jugando, veíamos todos los partidos, y sí, lo estuve viendo.
—¿No te sacude la piel imaginar que vas a tener de compañeros a Mbappé, Vinicius, que vas a vivir el himno…?
—Sí, sí. Uno, al ser de acá, de Argentina, ve eso al principio como muy lejano. Siempre el Real Madrid es como algo a lo que no se puede llegar. Y hoy, saber que en unos días voy a estar ahí, obviamente me mueve, me emociona. Pero también, como dije, no quiero que esa emoción de poder jugar en el Real Madrid me saque de lo que quiero hacer como jugador de fútbol. Lo que quiero es ayudar al equipo en la temporada que sigue.
—Lo decís con mucha seguridad. ¿No te da miedo adaptarte, llegar, pelear el puesto?
—Sí, sí. No, no le tengo miedo, la verdad. Para mí, como te dije, es un reto. Soy chico, pero sé que es posible todo lo que sueño hacer como jugador. Lo veo posible y voy a trabajar para eso. Ahora lo que quiero es llegar allá y poder adaptarme rápido al club, a mis compañeros, que bueno... ya he hablado con algunos.
—¿Ya seguiste a algunos en Instagram, ahora que sabés que serán tus compañeros?
—Sí, ya los seguía.
—¿A Mbappé, por ejemplo?
—Sí, los seguía. Obviamente los admiro como jugadores y son un ejemplo para mí, como muchos jugadores de otros clubes también, que uno mira para aprender, para ser mejor.
—¿Jugadores de la Selección Argentina te hablaron, te felicitaron?
—Sí, sí. Hablé con la mayoría cuando me tocó estar ahí. Me han felicitado varios. El grupo me trató de una forma espectacular, me sentí muy cómodo. Para mí era una emoción muy grande poder estar en esa Selección.
—Porque te pasó todo junto, literal.
—Fue todo junto, sí. Por suerte ellos me acompañaron, me hablaron muy bien, y eso para mí, al estar con jugadores de tanta jerarquía, ya más grandes, me marcó mucho también.
—¿Escuchaste lo que dijo Estevão? Que va al Chelsea a competir por el Balón de Oro contra vos y Lamine.
—Sí, sí, lo escuché. Bueno, creo que Estevão es un gran jugador, ya lo sabemos. El otro día justo le hizo un gol al Chelsea... Es un gran jugador. La verdad que se disfrutó mucho acá en América. Y después, lo del Balón de Oro... sinceramente no es algo que tenga en la cabeza ahora. Yo, como te dije, voy a adaptarme al Real Madrid, a empezar a jugar y a ganar, que es lo que manda en ese club. Quiero ganar muchas cosas con el Real Madrid. Si me preguntás mi objetivo, es ganar muchos títulos: pelear por la Champions, ganar la Liga... esos son los objetivos que tengo en la cabeza. Obviamente, primero adaptarme y poder estar allá. Pero si me ponés objetivos, tengo eso. El Balón de Oro… no sé, la verdad que no lo pienso. Y le agradezco a él por eso, pero no es algo que yo tenga en la cabeza.
—Imagino que jugar la Champions… ya te lo imaginaste mil veces.
—Sí, la Champions es algo que he soñado. Hablé con muchos compañeros míos de River que la han jugado, de la Selección también, y es algo increíble. La Champions es como la Copa Libertadores acá. Uno siempre ve Europa como más lejos, entonces jugar una Champions debe ser un sueño. Después te contaré cuando esté allá, pero sí, tengo mucha emoción por lo que va a pasar.
—¿Qué te dijeron tus viejos con todo esto? Debe haber sido tan nuevo para ellos como para vos.
—Sí, sí. Fueron días incómodos. No porque se haya hablado algo malo, sino porque es algo nuevo. Ver a tu hijo en la televisión tanto tiempo… Pero ellos lo llevaron muy tranquilos. Son como yo, me ayudan, siempre perfil bajo, tranquilos. Nuestra familia no prioriza tanto lo deportivo, aunque sabemos que es muy importante. Es una familia muy futbolera, como te dije, pero siempre se trató de tener un vínculo más personal, que es el que en realidad tuvimos toda la vida. Mis amigos, mi familia, creo que no por esto empezó a cambiar nuestro vínculo. No por esto empezamos a hablar más de fútbol o del Real Madrid o de River. La verdad que siempre el vínculo con ellos fue de la misma manera, y eso me ayudó a estar tranquilo.
—Porque más allá del pase, también está la Selección. ¿Sentís que esto alimenta el sueño del Mundial?
—No, no soy inconsciente. Creo que pienso mucho, pero me dejo llevar por lo que siento, la verdad. Para mí es un sueño ir al Mundial, obvio. Para mí era un sueño estar en la Selección, y bueno, pude ir estando en River también. Entonces no cerraba la posibilidad de pelear por estar jugando en River. No tomé la decisión por eso. Porque ha pasado que me han llamado estando en River, y ahí no se sabía si me iba al Real Madrid o no. No estaba nada definido. Ir al Real Madrid... sí, si puedo jugar y me va bien en lo personal, creo que puedo tener chances de estar en la Selección nuevamente. Pero no por eso tengo en la cabeza solo eso. Para mí es un sueño jugar con los compañeros que tuve ahí, que son los campeones del mundo. Pero creo que va a depender de cómo trabaje yo y, después, de la decisión de los técnicos, obviamente.
—Y lo que me llama la atención es cómo hablás: no parece que tuvieras 17. ¿Te lo dicen seguido?
—Sí. Creo que, bueno, esto que te conté, de vivir en la pensión, de irme de chico de mi casa, me hizo madurar mucho antes. Entonces, sinceramente, no me siento una persona de 17 años. Sé que los tengo, sé que es verdad, pero no lo siento así. Trato de afrontar las cosas que me pasan por lo que viví. He vivido desde muy chico solo, entonces hay cosas que un chico de 17 años seguramente no vivió y yo sí. Sería inútil pensar todo el tiempo que tengo 17 años. Querer ir de a poco porque tengo 17 años sería muy conformista de mi parte, y eso no soy. Yo quiero ir por lo que se me pone enfrente. Sé que no es normal o que no es lo que normalmente pasa, pero bueno, a mí me pasó. Como a muchos otros les pasó también. Yo trato de no pensar si tengo 17 o tengo 50. Voy viviendo lo que me va pasando y trato de afrontarlo de la manera más madura y prolija que pueda.
—¿Cómo te gustaría que recuerden a Franco Mastantuono en 20 años, cuando ya haya pasado todo?
—Primero, creo que lo más importante para mí sería cómo me recuerdan mis compañeros de equipo. Creo que eso no se olvida. Además de la gente del fútbol, que también sería lindo que me recuerden como un jugador que haya ganado muchos títulos, que haya ganado muchas cosas. Pero creo que eso pasa a ser secundario. Me gustaría que me vean como una buena persona, un buen compañero, un buen amigo. Eso es más importante para mí que lo deportivo en sí.
—Los entendés, pero ¿te duele que piensen así?
—No, no me duele, porque entiendo lo que están pensando. Yo sé que no están en mi lugar, entonces no pueden saber lo que me pasó ni cómo fue la situación realmente. Los entiendo como hincha de River, que no quieren que se vaya un jugador. Pero bueno, yo me quedo con los que me apoyaron, con los que me bancaron todo este tiempo, que para mí fue muy importante.
—Y aparte, cuando escribiste la carta, dejaste en claro el sentido de pertenencia que tenés... ¿Qué le dirías al hincha del Real Madrid que te empieza a seguir ahora?
—A ellos, primero, también sentí mucho cariño. Me han escrito mucho. Vi que estaban muy contentos por la llegada de un nuevo argentino. Eso me alegra mucho. Y después, nada... decirles que, como me manejo en la vida y como lo dije siempre, en el club que esté voy a dejar la vida para que a ese club le vaya bien, para que a mí me vaya bien, para poder ayudar al club en todo. Va a ser un club donde no se puede regalar nada, y de mi parte va a estar la entrega de siempre, el profesionalismo que conlleva jugar en un equipo como el Real Madrid. Y saber que lo voy a hacer con todas esas intenciones.
—Muchos argentinos llegan primero a equipos intermedios. Vos saltaste directo al más grande. ¿Sentís que tu carrera está arrancando en ese lugar que siempre soñaste?
—Sí, creo que mi sueño es quedarme mucho tiempo ahí. Lo que imagino es jugar mucho tiempo ahí, no pensar en otro equipo de Europa que no sea ese. Obviamente, esto lo digo imaginándome. Creo que puede ser mi carrera. Vos dijiste que iba al club más grande de todos, entonces es algo muy importante, muy lindo. No sé si alguna vez lo soñé así y que me haya pasado es hermoso. La vida me lo puso así, entonces voy a tratar de disfrutarlo mucho y poder estar el tiempo que más pueda ahí, en el Real Madrid.
—Desde que se confirmó todo, ¿se te aparece mucho la imagen del Bernabéu antes de dormir?
—Sí, muchas veces. Y creo que cuando pasen los días, más todavía, porque voy a estar más cerca de estar ahí.
—¿Estás ansioso?
—La verdad que sí, con ganas. Ansioso no de pensar todo el tiempo que quiero que llegue ya, pero sí con muchas ganas de que pase. Ahora también estoy disfrutando mucho estos días de descanso.
—¿Estuviste en Azul estos días?
—Sí, estuve en Azul. Fue el cumpleaños de mi vieja, así que pude estar allá con ella. Trato de disfrutar con mis amigos, de descansar un poco, que también era necesario para mí. Además de lo físico, lo mental. Creo que es importante poder tomarme estos días de descanso.
—¿Sentís que tu paso por la pensión ya te preparó para lo que viene? Porque el desarraigo no es fácil...
—Sí, sí. Creo que voy a un país donde la adaptación va a ser más fácil, una ciudad increíble. Obviamente voy a estar lejos de lo que es mi casa, de mi familia, de mis amigos. Pero siempre siento el apoyo de ellos, creo que me van a acompañar. Y va a ser una etapa seguramente hermosa en mi vida.
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