En una noche cargada de emoción en el Estadio Más Monumental, Argentina y Venezuela se enfrentaron en un partido que, más allá del resultado, quedará grabado por el simbolismo y la intensidad que envolvieron cada rincón del campo de juego. Fue triunfo 3-0 para la Albiceleste por la fecha 17 de las Eliminatorias Sudamericanas, en una jornada que mezcló fútbol de alto vuelo con la nostalgia de una despedida: Lionel Messi, capitán eterno, disputó su último partido oficial en suelo argentino por Eliminatorias. Y lo hizo como sabe: brillando.
Desde el inicio, Argentina salió a jugar con la convicción de quien sabe que está escribiendo historia. El Monumental, repleto y expectante, vibraba con cada toque de pelota, cada movimiento de Messi, cada avance de la Scaloneta. Venezuela intentó resistir con presión y orden, pero la diferencia técnica y emocional era evidente. El mediocampo argentino funcionaba como un reloj suizo, con Leandro Paredes como eje de distribución. Fue él quien, a los 39 minutos, filtró un pase milimétrico que dejó a Julián Álvarez mano a mano con el arquero. El delantero, en lugar de definir, hizo algo que quedará en la memoria colectiva: levantó la cabeza, vio al 10 llegar por detrás y le cedió el gol. Messi, con la serenidad de los genios, la picó con total suavidad y convirtió el 1-0. Ese gesto de Julián fue más que una asistencia: fue un homenaje en movimiento, una reverencia silenciosa al capitán que tantas veces dió todo por la camiseta. El Monumental explotó en aplausos, no solo por el gol, sino por lo que representaba. El primer tiempo cerró con Argentina dominando desde lo futbolístico y lo emocional, y con Messi ya empezando a despedirse como solo él sabe hacerlo: con magia.
La segunda mitad comenzó con un aire distinto, como si el estadio supiera que lo mejor aún estaba por llegar. Venezuela, con orgullo herido, intentó adelantar sus líneas y presionar más alto, pero se encontró con una Argentina que no solo jugaba bien: jugaba con el alma. El equipo de Scaloni mantuvo la intensidad, y los cambios le dieron nuevo impulso al ataque. Nicolás González, incisivo por la banda izquierda, desbordó con decisión y a los 76 minutos levantó un centro preciso al corazón del área. Lautaro Martínez, con el instinto del goleador nato, se elevó entre los centrales y conectó un cabezazo letal que se clavó junto al palo. El 2-0 fue un grito de desahogo, pero también de confirmación: Argentina estaba jugando con autoridad, y el Monumental lo sabía. Pero la noche aún guardaba su momento aún más sagrado. Apenas cuatro minutos después, Thiago Almada, ingresado por la derecha con energía y visión, encaró con decisión y levantó la cabeza. Vio a Messi entrando al área y le puso un pase justo, medido, como si el fútbol supiera que ese balón debía terminar en los pies del 10. Messi controló, amagó con la zurda y definió con una picada sutil, casi poética, que dejó sin reacción al arquero. El 3-0 fue más que un gol: fue una firma, un gesto, una despedida. El estadio se rindió a sus pies. No fue solo un grito de gol, fue un grito de amor. El tramo final del partido fue casi ceremonial. Cada toque de Messi era celebrado como si fuera el último, cada mirada suya al horizonte parecía contener años de historia. Las tribunas no cantaban: rezaban. El pitazo final no cerró un partido, sino un capítulo inolvidable. Argentina ganó con autoridad, pero lo que se vivió fue mucho más que una victoria. Fue una noche en la que el fútbol se convirtió en legado, y Messi, una vez más, se convirtió en eterno.
La conclusion final de este partido es que Argentina 3-0 Venezuela fue mucho más que una victoria en las Eliminatorias: fue una noche cargada de simbolismo, emoción y legado. El equipo de Scaloni dominó con autoridad, combinando juventud y experiencia en un fútbol fluido y contundente. Pero el corazón del encuentro estuvo en Lionel Messi, quien convirtió dos goles, uno tras un gesto generoso de Julián Álvarez y otro tras una asistencia de Thiago Almada, y se despidió del Monumental en Eliminatorias con una actuación inolvidable; el estadio no solo celebró el triunfo: celebró a su capitán, su historia y su eternidad. Fue fútbol, fue homenaje, fue memoria viva.
𝗗𝗘𝗧𝗔𝗟𝗟𝗘𝗦 𝗔 𝗗𝗘𝗦𝗧𝗔𝗖𝗔𝗥:
⚽ Último partido oficial de Messi en Argentina por Eliminatorias: el encuentro en el Estadio Monumental marcó la despedida del "10" como local en un partido oficial de Eliminatorias. Si bien no confirmó su retiro, todo indica que fue su última función en casa.
🔟 Lionel Andrés Messi lleva 20 años consecutivos marcando goles con la camiseta de la Selección Argentina.
👏🔟 Historia pura para Lionel Messi: convirtió un doblete ante Venezuela y se convirtió en el máximo goleador de estas Eliminatorias (8), superando a Luis Díaz (7)
👶 Franco Mastantuono debutó como titular: el joven mediocampista de Real Madrid, con apenas 18 años, fue titular por primera vez en la Selección mayor. Compartió cancha con Messi en una noche histórica.
🧳 Messi salió al campo acompañado por sus hijos: en un gesto emotivo, el capitán ingresó al césped del Monumental junto a sus tres hijos, reforzando el carácter simbólico de la noche.
📸 Ovación monumental desde la entrada en calor: desde que Messi salió a calentar, el estadio fue una fiesta. Cada toque suyo fue celebrado como si fuera el último, en una atmósfera de homenaje anticipado.
📊 Argentina ocupa la posición 1 de las Eliminatorias Sudamericanas con 38 puntos.
📊 Venezuela ocupa la posición 7 de las Eliminatorias Sudamericanas con 18 puntos.
🇦🇷 Argentina
🗓️ Próximo partido:
➡️ Eliminatorias Sudamericanas - Fecha N° 18
🆚 Ecuador
🏟️ Estadio Monumental Banco Pichincha
📅 Martes 09 de Septiembre
🕗 20:00 (ARG)
📺 Televisan TYC SPORTS y TELEFE
🇻🇪 Venezuela
🗓️ Próximo partido:
➡️ Eliminatorias Sudamericanas - Fecha N° 18
🆚 Colombia
🏟️ Estadio Monumental de Maturín
📅 Martes 09 de Septiembre
🕗 20:30 (ARG)
📺 Televisación A CONFIRMAR
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