En una noche vibrante y cargada de dramatismo en el Bluenergy Stadium de Udine, París Saint-Germain se consagró campeón de la Supercopa de Europa tras vencer por penales al Tottenham, luego de un empate 2-2 en los 90 minutos. El equipo de Luis Enrique mostró carácter y jerarquía en los momentos clave, y terminó imponiéndose en la tanda desde los doce pasos, en una final que tuvo de todo: goles, tensión, y emociones al límite.
El partido arrancó con Tottenham enchufadísimo. Desde el minuto uno salieron a presionar arriba, con las líneas bien juntas y una intensidad que PSG no supo cómo manejar. Bentancur manejaba los hilos en el medio, Porro y Spence abrían la cancha, y los ingleses se adueñaban del ritmo. PSG, en cambio, arrancó tibio. Chevalier debutaba en el arco y se lo notaba algo inseguro. Nuno Mendes intentaba subir por izquierda, pero Tottenham lo tenía bien controlado. Kang-In Lee y Dembélé buscaban generar algo, pero Ramos estaba aislado, sin conexión ni espacios. A los 20 minutos, ya era claro: los Spurs dominaban. No solo tenían la pelota, sino que cada vez que la perdían, la recuperaban rápido. El equipo de Luis Enrique no lograba salir limpio desde el fondo, y Vitinha estaba ahogado por la presión. El gol llegó a los 39’. Jugada por derecha, Porro mete un centro bajo y Van de Ven, que se había mandado como si fuera un 9, la empuja cruzado. Golazo. 1-0 y justicia en el marcador. Después del gol, PSG quedó tocado. No hubo reacción inmediata, ni juego asociado. Tottenham bajó un poco el ritmo, pero siguió controlando. El primer tiempo se cerró con los ingleses cómodos, confiados, y con la sensación de que el segundo podía ser aún más suyo.
El complemento comenzó con un mazazo para el conjunto parisino. A los 3 minutos, Cristian Romero se impuso en el aire tras un tiro libre ejecutado por Rodrigo Bentancur y conectó un cabezazo letal que puso el 2-0. Tottenham parecía tener el partido bajo control, con un mediocampo firme y una defensa sumamente bien plantada. Luis Enrique decidió mover el banco y dio ingreso a Fabián Ruiz para darle más claridad al juego. PSG comenzó a ganar metros, aunque sin generar peligro claro. Tottenham bajó la intensidad y cedió terreno, apostando al contragolpe. A los 85 minutos, llegó el descuento: Kang-In Lee recibió en la medialuna, se perfiló y sacó un zurdazo rasante que se coló junto al palo izquierdo de Vicario. El gol revitalizó al equipo francés. En el último suspiro, a los 90+4’, PSG encontró el empate. Una jugada colectiva entre Dembélé, Mendes y Ramos terminó con el delantero portugués empujando la pelota al fondo de la red. El 2-2 desató la locura en el banco parisino y dejó a Tottenham atónito. Sin prórroga, el partido se definió directamente desde el punto penal.
La tanda fue un duelo de nervios y precisión. PSG comenzó con Vitinha, quien erró el primer disparo. Pero el equipo se repuso con ejecuciones impecables de Gonçalo Ramos, Ousmane Dembélé, Kang-In Lee y Nuno Mendes, que selló el 4-3 final con un remate firme que dejó sin chances al arquero; Tottenham convirtió sus primeros tres penales gracias a Dominic Solanke, Rodrigo Bentancur y Pedro Porro. Sin embargo, Micky van de Ven vio su remate detenido por Lucas Chevalier, y Mathys Tel falló el último disparo enviándolo afuera, sellando la derrota inglesa.
𝗗𝗘𝗧𝗔𝗟𝗟𝗘𝗦 𝗔 𝗗𝗘𝗦𝗧𝗔𝗖𝗔𝗥:
🆕 Primera Supercopa para PSG: el club parisino ganó este trofeo por primera vez en su historia, tras haber perdido su única final anterior en 1996 ante Juventus.
🧤 Debut y redención de Lucas Chevalier: debutó como arquero titular en una final europea y fue clave al atajae el penal a Van de Ven que terminó siendo decisivo.
🇰🇷 Kang-In Lee en la historia: el surcoreano se convirtió en el primer jugador de su país en marcar en una final de Supercopa de Europa. Su zurdazo al palo fue el inicio de la remontada.
🧠 Luis Enrique, resiliente: el técnico español logró revertir una final que parecía perdida, sumando su segundo título internacional del año tras ganar la Champions League.
🏟️ Udine, sede inédita: el Bluenergy Stadium albergó por primera vez una Supercopa de Europa, con más de 25.000 espectadores presentes.
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