El sueño internacional de Independiente arrancó con una parada brava en Potosí, a casi 4.000 metros sobre el nivel del mar. La visita a Nacional Potosí se convirtió en un desafío físico y estratégico, y aunque el equipo de Vaccari intentó imponer su juego, la falta de oxígeno y el desgaste terminaron pasando factura.
El partido arrancó con Independiente buscando asociaciones rápidas y tratando de administrar energías. Santiago Hidalgo, la joven promesa de 20 años, arrancó con mucha movilidad, pero a los 35 minutos tuvo que pedir el cambio al sentirse ahogado por la altura. Este fue un golpe temprano para el equipo, que desde allí perdió presencia en ofensiva.
Por su parte, Nacional Potosí, conocedor de las condiciones, apostó a un juego físico y a la presión alta, esperando el momento para golpear. Y el golpe llegó en el segundo tiempo: Víctor Ábrego, con un remate certero, abrió el marcador a los 66 minutos. Ya con Independiente desgastado y sin reacción, Diego Diellos apareció a los 83’ para sellar el 2-0 definitivo.
El Rojo deberá recomponerse rápido y pasar la página. El próximo martes 8 de abril recibirá a Boston River de Uruguay en Avellaneda, con la necesidad de sumar de a tres para encaminar su camino en la Copa Sudamericana.
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